La preparación del plato principal, el salón
Os preguntaréis que tendrá que ver el plato principal de un menú con el salón de una casa, pues bien, el plato principal, al igual que el saló de una vivienda, es aquello con lo que se busca impactar y contentar a todos los comensales a partes iguales.
Si el plato principal es demasiado tradicional, peca de aburrido, sin embargo, si se pasa de original, es demasiado arriesgado para que todo público pueda apreciarlo. Normalmente, optaremos por un plato principal rico, con un toque diferente, pero seguro, y lo acompañaremos de un entrante apetecible pero elegante, que potencie nuestro plato estrella, y eso si, un postre de lo más irresistible.
En lo que al salón refiere, como bien decía, nos encontramos en una situación que entiendo similar. Nuestro salón es un espacio donde compartir, es un espacio de todos y para todos. Un lugar de belleza y expresión familiar, algo así como nuestro plato, diferente, pero para todos los gustos.
Nuestro salón se compone de piezas principales, lo que serían la materia prima del plato. El primer protagonista es normalmente, el sofá. Es la pieza principal, que en algunos casos puede ir acompañada de guarnición, como puede ser una lámpara, un cuadro importante, una butaca especial o algún otro mueble dependiendo de lo grande que sea nuestro plato y del número de comensales. De lo que no cabe duda, es que además de los productos que elegimos para nuestro plato estrella, como muchas otras veces, los condimentos, especias, sal y pimienta, juegan un papel indiscutible en el resultado final. Cada detalle cuenta para conseguir el sabor que buscamos en una estancia que al igual que un plato estrella, debe tenerlo todo y nada.
Entre tanto nos acercamos a al hora de comer, y me dispongo a hacer una pausa para tapar el agujero. Estoy en el estudio, entre telas y papeles de varios tipos, con una luz agradable y está sonando “because the night belongs to lovers” de Patti Smith.